jueves, 16 de octubre de 2014

Cómo plantear objetivos de empresa correctamente

Siempre es buen momento para revisar los actuales objetivos que tenemos planteados, una vez analizados el alcance y cumplimiento de los mismos. Y si no los teníamos, mucho mejor aún, pues ahora es el momento idóneo para hacerlo. Es extremadamente importante tener unos objetivos marcados, tanto en el plano personal como en el profesional pues, de lo contrario, nunca sabremos cómo estamos ni hasta dónde hemos llegado y no nos será posible establecer márgenes de mejora algunos.

Vamos a darle una serie de recomendaciones que debe cumplir todo objetivo que fijemos para que este sea útil y cumpla con el fin para el que ha sido creado:

1.- Un objetivo debe ser descrito de la forma más detallada posible, siendo específico en lo que marque. Por ejemplo, un buen objetivo sería reducir las reclamaciones de clientes en un 5% o aumentar las ventas de un determinado producto un 10%.

2.- También debe ser fácilmente calculable. Cualquiera de los vistos en el anterior apartado cumple con este requisito. Partimos de una situación inicial y queremos llegar a otra final, por lo que su cálculo a partir de la diferencia entre los valores que hayamos alcanzado en ambos estados, inicial y final, es fácil.

3.- Los objetivos que nos fijemos deben ser razonables de alcanzar, es decir, deben cumplir con el requisito de ser realistas con nuestra situación. Si en el pasado ejercicio hemos facturado por ejemplo 30.000 €, poner como objetivo para el ejercicio actual 2.000.000 € puede estar muy bien, pero parece algo muy alejado de nuestra situación real.

4.- Debemos fijar objetivos que sean relevantes para nuestra actividad y que estén directamente relacionados con lo que hacemos y con lo que es la razón de ser de nuestra empresa.


5.- Por último, un buen objetivo debe tener fecha de cumplimiento para poder analizar, llegada dicha fecha, el grado de cumplimiento obtenido en todas las facetas. Es recomendable poder plantear tres objetivos principales para cada uno de los horizontes del corto, medio y largo plazo.

Llegaremos de forma más fácil al final del camino
si establecemos unos objetivos previos
 que debamos cumplir


Si somos capaces de invertir el tiempo necesario en diseñar unos objetivos correctos para nuestra actividad, nuestra planificación de tareas irán siempre enfocadas a la consecución de dichos objetivos y nuestra empresa nos lo agradecerá.  

lunes, 6 de octubre de 2014

Los planes de empresa ¿siempre necesarios?

Hoy traemos a nuestro blog un tema que ha suscitado múltiples debates en cuanto a su verdadera utilidad y correcto enfoque.

En todas las escuelas de negocios le van a decir siempre que un Plan de Empresa es absolutamente necesario para poder empezar a poner en marcha cualquier tipo de actividad, negocio o empresa. Y es verdad, pero yo le añadiría un matiz: siempre que necesite financiación y/o que necesite convencer a un tercero para que ponga su dinero encima de la mesa. Si ello no fuera así, no sería necesario confeccionar un Plan de Empresa detallado que, normalmente, consume mucho tiempo y esfuerzo elaborar y que, casi siempre, termina olvidado en los estantes del despacho del gerente, director o dueño de la empresa, sin ningún tipo de aplicación ni desarrollo posterior. Y ello es un tremendo error, porque en ese caso, la empresa pierde de vista los objetivos que va a necesitar cubrir para llegar a buen puerto.

Por lo tanto, bajo nuestro criterio, si no necesita de esa fuente de financiación externa, no sería necesario elaborar dicho plan con ese nivel de detalle que nos aconsejan en todas las escuelas, porque no vamos a tener que convencer a nadie para que nos deje su dinero. Y ya sabemos lo complicado que eso resulta. Pero no se equivoque, porque no le va a evitar tener que marcar unas pautas, y diseñar un camino que le guíe por los senderos adecuados. Para ello, será suficiente con un breve Plan en el que define los siguientes puntos:

  •        Visión que tiene de su empresa en el medio-largo plazo
  •        Razón de ser (Misión) por la que su empresa existe tal como está concebida
  •        Factor diferenciador que nos hace ser mejores que nuestra competencia
  •        Objetivos que debemos cumplir y el horizonte temporal que marcaremos para ello
  •        Estrategia a establecer y acciones a implantar que nos permitan alcanzar los objetivos anteriores



Si tenemos establecidos por escrito y siempre bien presentes todos y cada uno de los puntos anteriores, habremos sentado las bases para que nuestra empresa tenga más garantías de continuar adelante, porque estaremos planificando qué queremos ser, cómo hacerlo y cuando conseguirlo. Volveremos sobre este tema fundamental en posteriores posts, desgranando cada uno de los conceptos y porqué todos ellos son importantes. Y mientras tanto, recuerde que quién no planifica el futuro de su empresa, está planificando su fracaso