Siempre es buen momento para
revisar los actuales objetivos que tenemos planteados, una vez analizados el
alcance y cumplimiento de los mismos. Y si no los teníamos, mucho mejor aún,
pues ahora es el momento idóneo para hacerlo. Es extremadamente importante
tener unos objetivos marcados, tanto en el plano personal como en el
profesional pues, de lo contrario, nunca sabremos cómo estamos ni hasta dónde
hemos llegado y no nos será posible establecer márgenes de mejora algunos.
Vamos a darle una serie de
recomendaciones que debe cumplir todo objetivo que fijemos para que este sea
útil y cumpla con el fin para el que ha sido creado:
1.- Un objetivo debe ser descrito de la forma más detallada posible,
siendo específico en lo que marque.
Por ejemplo, un buen objetivo sería reducir las reclamaciones de clientes en un
5% o aumentar las ventas de un determinado producto un 10%.
2.- También debe ser fácilmente calculable. Cualquiera de los vistos en el
anterior apartado cumple con este requisito. Partimos de una situación inicial
y queremos llegar a otra final, por lo que su cálculo a partir de la diferencia
entre los valores que hayamos alcanzado en ambos estados, inicial y final, es
fácil.
3.- Los objetivos que nos fijemos
deben ser razonables de alcanzar, es
decir, deben cumplir con el requisito de ser realistas con nuestra situación.
Si en el pasado ejercicio hemos facturado por ejemplo 30.000 €, poner como
objetivo para el ejercicio actual 2.000.000 € puede estar muy bien, pero parece
algo muy alejado de nuestra situación real.
4.- Debemos fijar objetivos que
sean relevantes para nuestra actividad
y que estén directamente relacionados con lo que hacemos y con lo que es la
razón de ser de nuestra empresa.
5.- Por último, un buen objetivo debe tener fecha de
cumplimiento para poder analizar, llegada dicha fecha, el grado de
cumplimiento obtenido en todas las facetas. Es recomendable poder plantear tres
objetivos principales para cada uno de los horizontes del corto, medio y largo
plazo.
Llegaremos de forma más fácil al final del camino si establecemos unos objetivos previos que debamos cumplir |
Si somos capaces de invertir el
tiempo necesario en diseñar unos objetivos correctos para nuestra actividad,
nuestra planificación de tareas irán siempre enfocadas a la consecución de
dichos objetivos y nuestra empresa nos lo agradecerá.